Algunas veces me gusta combinar cosas dulces con saladas, sobre todo en las ensaladas. Una fruta como la granada se presta para este caso. Con lechugas, pepino, cebolla, queso y algunos granos de Granada se hace una ensalada rica y diferente.
La parte menos agradable es desgranar esta fruta cuidando de no romper los granos. Lo mejor es cortarla por la mitad con cuchillo, y con paciencia y a mano, ir desprendiendo los granos, es la mejor manera de obtener el contenido de esta fruta tan decorativa con ese intenso rojo rubí.
Ingredientes :
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Puñado de lechugas varias (romana, escarola, batavia, etc)
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1 Pepino mediano
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1 cebolla morada
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Queso tipo parmesano cortado en dados
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1 granada
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Sal al gusto
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Pimienta al gusto
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Aceite de oliva y vinagre
Preparación :
1- Cortar la cebolla en aros y ponerla a remojar un rato en agua para que suavice su sabor.
2- Lavar una a una las hojas de lechugas y centrifugarlas o secar con papel de cocina.
3- Lavar y pelar el pepino en franjas y cortarlo con mandolina o con cuchillo en rodajas.
4- Desgranar la granada y cortar el queso en dados.
5- Podemos montar la ensalada en bol individual para ensalada o en plato llano. En el bol pondremos en el fondo las lechugas y a un lado las rodajas de pepino haciendo abanico. Encima colocamos un poco de cebolla, unos dados de queso, y los granos de granada. Aparte, mezclamos el aceite, vinagre, sal y pimienta y lo regamos por encima de la ensalada antes de pasarla a la mesa o, lo ponemos en una salsera para que cada uno se ponga. Otra opción de presentación es en plato llano. Ponemos primero las rodajas de pepino en forma de abanico alrededor del plato, colocando en el centro un puñado de lechugas y encima la cebolla, el queso y por último los granos de granada y el aderezo.
Notas:
La granada suele soltar líquido rojo dejando mancha. Es mejor colocar los granos en el último momento antes de servir para que no manche el resto de la ensalada.